
Mi relación con ADMO ha sido sin duda una experiencia de lo más gratificante que me ha ayudado a crecer como persona, ayudándome a relativizar y superar momentos complicados.
Todo comenzó en los últimos meses de 2015, llevaba unos 4 años con proyectos solidarios en los que había intentado ayudar a diferentes entidades que no me lo ponían del todo fácil, así que comencé a buscar una entidad en la que focalizar la ayuda de 2016. Casi de casualidad conocí ADMO, contacté y conocí el maravilloso grupo humano que la forma, se lo comenté a dos amigos para desarrollar algo especial y...
Por lo que mi historia no puede separarse de la de Rubén Ramos y Javier García. Los tres hablamos y hablamos de qué manera poder compatibilizar nuestra pasión, el deporte, con la maravillosa labor que hace la ADMO. A los pocos meses les presentamos la idea y nos pusimos a trabajar en esa ayuda que año tras año hemos ido humildemente aportando.
Creamos una forma de identificar la acción solidaria que queríamos y nació “Corro, Donas, Viven”. Cada uno hemos aportado lo que nos ha salido, llegando más allá de lo que habíamos pensado inicialmente, priorizando este proyecto sobre otros y con un compromiso en el que hemos metido a nuestras familias, amigos… y nos ha retornado muchísimo más de lo nosotros hemos podido hacer por la Familia ADMO, sin duda. Es este proyecto solidario lo que me ha unido a ADMO y por lo que me es imposible hablar en singular, porque ya no somos Rubén, Javi o Gonzalo, hemos pasado a que nos reconozcan como los chicos de “Corro-Donas”, los que colaboran con ADMO, y es un verdadero orgullo.
A lo largo de estos años hemos visto en primera persona el duro trabajo de la entidad, la enorme labor profesional, la sensibilidad para estar cerca del círculo familiar del paciente, siendo un sustento esencial. Verlo nos ha espoleado para promover las acciones que hemos ido llevando a cabo, y que nos han permitido hacer de megáfono, amplificar la visibilidad de ADMO. Por suerte el mundo del deporte está lleno de personas solidarias, es un valor básico, lo que nos ha permitido llegar y recibir el respaldo de mucha gente. Con eventos y propuestas de todo tipo hemos ido dando a conocer las formas de colaborar, acercando a muchas personas el concepto exacto de “donación de médula”, desmitificando e informando a quien nos preguntaba: niños, adolescentes o adultos, y derivando a ADMO a todas esas personas que tenían claro que querían ser donantes.
¡Enhorabuena por el 25 aniversario y mucha fuerza para seguir adelante!
Conocí a la Admo cuando Gonzalo me propuso formar parte de un proyecto solidario. Nos une, a Gonzalo, Rubén y a mí el deporte y especialmente el mundo de las carreras de larga distancia por montañas. Desde hace muchos años mi pasión ha sido la montaña.
Nuestra labor consiste en difundir y ayudar a la Asociación a través del deporte con el proyecto solidario “Corro, Donas, Viven”.
Pude conocer más de cerca a la asociación cuando fuimos invitados a la celebración de un respiro familiar en la finca de “El Toril” y allí fue realmente cuando pude disfrutar de la labor que hasta entonces estábamos haciendo. Además pude asistir con mi familia y resultó ser una experiencia inolvidable.
Aportar nuestro pequeño grano de arena para ayudar a que se llevarán a cabo estas celebraciones, creo que es una de las más grandes satisfacciones que he tenido en mi vida, y ver cómo en adelante mis hijos formaban parte para ayudar me enorgullece.
Después, pude compartir una temporada con mi compañero y pese a ser por poco espacio de tiempo, amigo, Alex en el centro donde trabajaba y vivir más de cerca esta enfermedad. Ya no está con nosotros. Pero me enseñó mucho. Y con Marina, alumna de mi centro que es toda una campeona.
Todos nos habéis mostrado que tenéis algo en común. Las ganas de luchar y de vivir. La fuerza para sonreír. La capacidad de transmitirnos que la felicidad nos da vida, nos enseñáis a aprovechar cada instante.
No puedo negar que os admiro y os tengo un cariño inmenso. Casi cada día me acuerdo de los instantes que he pasado a vuestro lado.
Sólo tengo palabras de agradecimiento por dejarme formar parte de vuestra vida.
Mi más sincera enhorabuena a todos y felices 25 años latiendo.

Muy al principio de poner en marcha AFAL, entre las muchas Familias que ayudaba y ayuda la Asociación, nos llegó una Familia de Badajoz, ella, auxiliar de clínica (Gloria), estuvo/estuvieron con nosotros.
Un tiempo después, unos amigos y familiares, creo recordar que también estaba su marido "Güisco" (esto me lo ha recordado Virtudes), querían de alguna manera agradecer a AFAL, lo que habíamos hecho por ellos, aunque aquello terminó de la peor manera, la partida de Gloria no podía quedarse sólo ahí y me invitaron ir a Badajoz a echar un café, ellos y ellas querían ayudar...y no saben cuánto han ayudado.
Allí (no me acuerdo, ya han pasado más de 25 años!!) estuvimos charlando. Y tampoco me acuerdo, no quiero quitarle protagonismo a nadie, surgió el poder ayudar de otra manera, algo que no se hacía, la donación de médula. Siempre lo he dicho la donación, ya sea medula, órganos o sangre es imprescindible. Ahí creo, que empezó ADMO, unos meses después se hizo realidad, y se hizo realidad por y para las personas, CRISTIAN fue por el que se fundó AFAL y estoy convencido que por GLORIA, surgió ADMO.
FELICIDADES!!!!